La naturaleza de las emociones en la infancia
Los seres humanos nacemos ya sabiendo gestionar nuestras emociones.
Un niño expresa sus emociones con naturalidad. Y poco a poco va comprendiendo su significado.
Cuando somos niñ@s, nos enseñaron que nuestros deseos, o nuestros sentimientos sexuales, no eran correctos o eran considerados pecaminosos, incluso vergonzosos.
Expresar nuestros miedos y dudas no estaba bien.
Si mostrábamos nuestro SER auténtico, seríamos castigados, ridiculizados o comparados con otros.
Fingíamos ser fuertes cuando nos sentíamos débiles.
Una educación que reprime nuestra expresión emocional
Desde que somos bebés, algunas de nuestras emociones son reprimidas. Las más espontáneas y sinceras son moldeadas por la sociedad.
Expresiones de ira: «Pórtate bien»
O de tristeza, «¡No llores!»
O incluso de alegría, cuando la cultura opina que no es el momento adecuado.
Manipulaciones de: «Si te portas bien…» llenando así ese vacío con juegos, compras o la necesidad constante de compañía.
Desde que somos niñ@s, nuestra sociedad nos enseña a dar para recibir. Nos dan premios por buena conducta, moldeando así nuestra «conducta».
Ser auténtico
Pero llega un momento donde encontramos el coraje de sacar a la luz de la conciencia nuestras partes rechazadas y salir del escondite.
«Si sacas lo que está dentro de ti, lo que sacas te salvará. Si no sacas lo que está dentro de ti, lo que no sacas te destruirá.»
Juega, atrévete a mostrarte cómo eres, a ser salvaje,
A ser real.
Te esperamos!!